Algunas consideraciones, para no cambiar el nombre a una calle

24 Ago

Algunas consideraciones, para no cambiar el nombre a una callecalles

Hace ya muchos años, me refiero a 1.982 – bueno casi mejor 1.983 – un cambio democrático de Gobierno ya dejó ‘patas arriba’  el callejero del Estado Español. Y no me pareció del todo mal, puesto que efectivamente las calles que aparecían en nuestros pueblos y ciudades habían sido impuestas por el régimen ganador de una contienda civil. Hoy, tras una larga andadura democrática, estas medidas populistas que algunos grupos políticos están poniendo de moda, me parecen más que otra cosa, sintéticas, y traen consigo  consecuencias.

A título de ejemplo, consideremos que debería hacer una empresa ante estas medidas:

– Acudir a la imprenta para sustituir tarjetas de visita, folios, sobres, catálogos, carpetas, …etc.

– Modificar la dirección en la página web, catálogos digitales, pies de firma de emails y cuentas de correo.

– Si estamos antes una mercantil, debemos acudir a Notaría para cambiar el domicilio social.

– Comunicar cambios a la Tesorería y a la AEAT

– Por supuesto comunicarlo a todos los clientes y proveedores

Me he limitado sencillamente al impacto directo que tiene sobre las empresas, porque nuestros navegadores, sin los que, al parecer, ahora no podemos ni salir de casa con el coche, también tendrán que actualizar sus ‘nombres de las calles’…. entre otras muchas cosas.

Obviamente todo esto, no es gratuito, pues además del tiempo invertido, que nunca sobra, va a tener un coste que hay que afrontar, sencillamente porque algunos ha tomado esa decisión de manera arbitraria, y sin medir las consecuencias … que afectan siempre a ‘otros’, bueno mejor dicho, a los mismos de siempre.

José María Marco L.

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