Doce pasos para hundir una empresa
{Extracto de los publicado por Luis Solís en expansion.com}
La mala gestión del personal, el recorte erróneo del presupuesto, que los directivos no escuchen los consejos de los empleados y hacer trampa a los clientes, forman parte de los doce pasos que pueden llevar al fracaso a cualquier empresa, no importa el tamaño o a lo que se dedique. Ahí van:
DOCE MALAS PRÁCTICAS PARA GESTIONAR UNA EMPRESA
Plan estratégico
La reducción de costes, incluyendo los recursos destinados a cuestiones claves, demuestra que no existe un verdadero plan estratégico en la empresa.
Presupuestos
Recortar el dinero destinado a la innovación es una mala estrategia para cualquier empresa. No se puede poner el futuro del negocio en juego, por lo que innovar es crucial.
Despidos
A la hora de recortar la plantilla se opta por dar salida a aquellas personas que resultan más baratas, sin analizar si son buenos trabajadores.
Salarios
Hay empresas que prefieren contratar a personas ajenas al negocio, antes que subir el salario de sus trabajadores. Lo que provoca es que no se fideliza a los empleados.
Bajos precios
Cuando el único medio que tienen las empresas para mantener sus ventas es bajar el precio de los productos, se esta tirando la empresa por la ventana.
Trampas
Cuando se engaña a los clientes por vender más a corto plazo, las consecuencias serán una pérdida de credibilidad a futuro y el fin del negocio.
Socios
Se debe diferenciar entre lo que es un socio y un simple proveedor. La empresa que sólo coge el dinero y sale corriendo sin dar sugerencias provoca desconfianza.
Comunicación
Ocultar datos sobre la situación que está atravesando el negocio es una práctica negativa. Se debe ser siempre transparente con los empleados.
Parche
Poner un parche al problema real y ganar algo de tiempo hasta que llegue la tragedia nunca puede ser el camino adecuado. La solución es arreglar todo de una vez.
Coraje
Para hacer cumplir el plan estratégico, se necesita que los directivos de las empresas tengan el coraje para realizarlo. A muchos altos mandos les hace falta.
Mal directivo
Algunos jefes se obstinan en planes imposibles. El empecinamiento de la dirección general y la incapacidad para escuchar, conlleva el fracaso.
Formación
Al igual que con la innovación, la empresa que no invierta en formar a su personal puede pasar tiempos muy difíciles. No se debe recortar el presupuesto en formación.