Las personas que formamos parte de las empresas, somos quienes reflejamos el sentir y el ánimo de las mismas. Quienes tenemos la responsabilidad de dirigir (Los directivos), debemos saber imprimir en los empleados aquello que deseamos vean los demás en nosotros. Nuestros profesionales deben responder a algunas de estas claves:
Trabajo en equipo: la suma de talentos individuales nunca superará a un buen equipo.
Ser capaz de comunicar ideas es casi tan importante como que las ideas sean buenas.
No hay verdades absolutas: Hay que saber aplicar las mejores soluciones en función del cliente y sus circunstancias en cada caso.
El Sentido común: Qué difícil es responder a cada problema de forma sencilla, viable y coherente.
Responder con Imaginación: Los proyectos y los clientes siempre son diferentes, y por ello, hay que innovar y buscar soluciones sorprendentes. Debemos estructurar la información, ordenándola para transmitirla con precisión.
Estar atento al negocio: aprender, aprender, aprender y aprender para poder aconsejar correctamente. [Y seguir aprendiendo: FORMACION]
Tener una visión comercial: saber convertir las necesidades y deseos de los clientes en oportunidades para futuros proyectos.
Orientación a resultados: lo perfecto no siempre es lo mejor y además suele ser enemigo de lo posible. En un negocio hay que priorizar y concentrarse en lo relevante.
Estas son algunas de las claves que un profesional debe tener para aportar valor a la organización a la que pertenece.